lundi 13 septembre 2010

Flamígeros.






Flamígeros.



Quién desova la sombra y la deja tendida al costado del cactus?

Peligramos como astros huérfanos
Entre pueblos fantasmales y esbeltas magias
- aquellos ranchos nopaleros nos esperan germinando los contornos-.
Gravitamos apaciguando la luz
Con lagañas de polvo y era
Nosotros los costrosos mundos
Arenales lacrimosos sin esfera
Chillando la luz, chopos de luz en nuestros ojos
estalactitas adheridas a los pómulos vacíos.

El desierto nos engaña con sus esófagos seductores
Nos carcome los hombros con sus látigos de hierro
Y avanza hacia nuestros tumbos con
sed de Éter , sed de fluidos mercuriales,
sed de nadar en la grasa de la lluvia
los pueblos del norte se reflejan en tus ojos de oráculo
cada rincón donde anida la danza triste del encantamiento
los pueblos son urracas alzadas en el tendedero
reveladas en un claroscuro
en la sombra lijada de un cactus chihuahuense.

Justo cuando la tarde derrama el rostro hacia otra fase
Despiertan ellos, los tétricos insectos
Que devoran la nobleza del páramo.
Se busca por ende un escondijo, un útero o
El fondo de un sombrero de un viejo mago
De los viejos que descansan hincados por horas
En los pueblos porosos de tu ombligo
El los pueblos de las sierras turquesas y templadas
De tus axilas
En los ranchos nopaleros que nos esperan con parsimonia
Con la misma parsimonia de pueblo norteño
Al ritmo de los viejos magos y los efímeros insectos.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire