jeudi 16 septembre 2010

Ansia de Crustâceo.






El perfume del ajo
El cloroformo del cual se desenganchan
Los zaguanes de la rue delacroix
Aletea como gallo puberto en la memoria.
Es cuando arrojo la fragancia de mis vuelos
Manchando los vitrales y los muros
La cosa gélida radica en los labios de extramuro
En les bristoles y sus olores que me hienden
En la casa de los rostros con angustia
En la obra maestra del pintor crustáceo
Que por las noches se dedica a escudriñar el barrio
en los oleajes grisáceos de los exangües huracanes
que baten mohosos los críticos papayos
En la soledad callejera, el pintor y yo
Nos jugamos la vida en un duelo
En un combate sin límite de tiempo
En la calma densa, forzada sin marítima brisa
Inmolamos cuellos falsos sin siquiera tocarnos.

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