mercredi 14 juillet 2010

Legania...

Uno se ve así mismo en el espejo suturado
Y cuestiona su cuerpo, su cuerpo laxo,
cada vello, su cuello magmático
Y recula, uno recula cuando se da cuenta
Que lo que esta del otro lado
No es más que un tenderete perfumado
Perfumado de tristeza y cobardía
Atestado de pánico, huesos
Solares, espera, lentitud,
Sí, y uno se va conforme a la cama riendo,
Reposa los ojos en vinagre,
se desnuda, diluye entre savias amargas
que empapan su rostro difuso y sueña
sî, aún sueña con tardes desplumadas
y engendra durante toda la noche
legañas que nutrirán la violencia del olvido.

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