jeudi 18 novembre 2010

Zinc.





Zinc.

Cerdo, para ti muy el otoño en los árboles
En colores mostaza de hojarasca
Para ti muy el otoño, neófito cerdo
Otoño en esqueletos bifurcados
En naturaleza muerta
En cuerpos inertes florales, paisajes desgreñados
Facilísimo detectarlo, ¿no?
Pues fácil decirlo.
El otoño se percibe en los flujos oculares
De las chicas vestidas de negro
En sus miradas de vacas sentenciadas
En sus ombligos secos
En sus pómulos maduros
Hay algo en las chicas vestidas de negro
Que promulga la debacle del verano
Y excita lubricando la nostalgia al cien
Algo como de frutas secas
Como de pezones erguidos
Esperando los fríos helados del norte
Para desprenderse de un cuerpo blanco
De unos cabellos halados y absolutamente rojos
Algo como de pasas secas y caricias deshidratas
Como de miradas que se ensanchan en el infimo destino
Y no vuelven por temor a rizarse.

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