jeudi 29 avril 2010

Ventosa.





Y pasada la felonîa, uno camina succionado por el mundo

con paso de furriel atâvico
creyendose el almîbar

el punto G de cualquier paquidermo.

Pero deveras, deveritas

hay que tener ovarios de elefanta

realmente

para lamer sin asco la vulva putrefacta de noviembre

y de paso

sin escaldarse el dorso

sin espinarse la lengua

atreverse a acribillar una bôveda violada por cualquiera

un globo que desciende en una corriente diurnamente mortuoria

friolera, lamentable, semicômica...

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire