Las laganias, los efluvios mattutinnos y algo agreste entre las ingles, constipaban las tripas diurnas de los suenios.
Descubro que el dentîfrico sedimenta las tristezas molares; debo reconocer de la nostalgia, que asquea un poco cuando se sostiene la sonrisa del lado derecho del pecho y del otro una bomba lubricada con alcohol y adrenalina.
No es lo mîo la curda (repito tres veces), y vueltas y vueltas y pirado soy un loco mundano introvertido que difusa abubillas y moldes estigiformes.
Âmole al cotorreo...
jeudi 1 avril 2010
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