lundi 27 septembre 2010

Vómito 6 am

Vómito 6 am

En seco, hay una telaraña de asco
Algo fóbico y fugaz
Algo de repudio a la distancia
Algo en las órbitas, de cansancio
Los años que no entienden
La angustia que no cesa
No sé nada de ti desde que me decidí
A profanarte
No puedo terminar el día, no puedo
Ni siquiera estos párrafos enjutos, huérfanos
Sueño frío
Sé que afuera me olvidas, lo sé
Exhaustivamente

dimanche 26 septembre 2010

L'escargot, une campre.

Un éclair intensifie l'amour végétatif
l'amour lent
l'amour parcimonieux des créatures huileuses
et l'effet de cet amour graisse
il électrifie les ailes naissantes de l'escargot
pour le transmuer en vapeur fumante, salée.

vendredi 24 septembre 2010

Confesiones Lamentables.






Confesiones Lamentables.

A causa de afirmar frases cadavéricas
Ya ni siquiera putrefactas
Sino palabras óseas
A tu oído, a tu oreja ombligo
Cartilaginosa, enrojecida
Proposiciones inertes y chocantes
Ridículas, irrisorias
Como oraciones compuestas
Por una percusión asalariada
De tumba y cráneo
frase de calaca
verso de falange tendido al aire
como la ropa humedecida que vestía tu recuerdo.

mercredi 22 septembre 2010

A mi Madre.

Anestésiame.

El temor al crepite
la casa que diluvia por dentro
los ecos melodiosos del miedo
que incitan al fracaso
los pasillos disueltos
las miradas solubles de la abuela
la dosis inexacta de tiempo
la angustia con fragancia farmacéutica
la bata que asemeja una risa compasible
a su vez apaciguante
sedando el pánico
el miedo huye
se larga de los ojos de la abuela
el viento se agrieta
de sus grietas una imagen barbitúrica
risueña, el polen, la delicadeza
Ninos ebrios y felices
Brincando por la casa que mejora.

mardi 21 septembre 2010

Multiculturalidad.






Es tiempo de que la ciencia tome en cuenta mi opinión:
Que los científicos locos con sus sierras febriles se pongan
A despedazar a todos los humanos que habemos en el mundo
Y al azar zurzan brazos, cabezas, miembros, piernas
Sin importar sexo, religión, color, tamaño, edad, estado civil,
Preferencia sexual…sería bello en verdad ver el ensamblaje de
un huichol con un neonazi, de un niño palestino con una rubia escandinava
serîa arte y ciencia en su mâximo esplendor
oh qué belleza, solo triunfaría el amor…SI SI

lundi 20 septembre 2010

Sombra al borde con Leopoldo Marîa Panero.





Íbamos Leopoldo María, Julián de la Atlántida y yo por el barrio de Saint Aubin hablando sobre la decadencia de la esquizofrenia, deleitándonos con las putas africanas joviales en las aceras recién lloviznadas, saludándonos con gestos lamentables y chimuelos, cuando al otro lado del puente divisamos la sombra inconfundible de Andreu, esa sombra con algunos pincelazos agridulces, intempestivos pero cabronamente violentos, esa sombra que cuando uno se le queda viendo durante un tiempo relativamente prolongado se le viene a la memoria la imagen grumosa de un marinero varado en el ártico, de un pirata rengo, porque la silueta de los marineros antárticos a uno lo llena de escalofríos inmediatamente, y la de él es todo lo contrario, no contrario, pero difiere del frío nórtico.

El caso es que Julián con su bastón de caramelo, con el gancho de su bastón alcanzo a sujetar por el pellejo de la sombra al buen pintor Andreu, antes de tirarse rumbo al vacío, pero no a ese vacío poético, hermoso, sino al vacío de los beatos, de los cirqueros que sueltan el trapecio, y le tendí mi chaqueta italiana y le secamos las lágrimas con Kleenex olor a durazno y nos lo llevamos al bar Limbo a beber orujo para que los labios y las falanges no le temblasen más, cuando en eso llego Oliverio, Che, qué tenés boludo?, le dijo, dejate de boludeses que le vamos a reventar el orto con un barreno a la muy puta, y en eso se fueron los dos, esas dos sombras inseparables y ya no los volví a ver más, hasta que apareció en el periódico unas semanas después una esquela que nada tenía que ver con su muerte, pero que me anunció el peligro de sus marejadas.

Después se fue Julián todo borracho, y Leopoldo María y yo, como siempre, nos fuimos sin pagar la cuenta y caminamos por la Saint Exupery, nos quedamos recostados en la yerba junto a las vías escuchando el barbitúrico chirrido de los trenes, de las locomotoras extintas e imaginando que ellas cargaban con parvadas de esquizofrénicos cobardes, no como los de antes, capaces de arrojarse a la vías, de arrojarse al vacío fofo, a la nada, no al vacío poético, hermoso, cuyo magnetismo invita al narcisismo, al egocentrismo del poeta deplorable.

dimanche 19 septembre 2010

Prototipo de un seductor en la penumbra.

Habrá que estructurar una mujer sin ombligo
Una hembra sin voltaje ni sexo
Habrá que desdeñar lenguas, líquidos eléctricos
Y maquinar una mujer impenetrable
apenas visible
Capaz de segregar todo su centro, su magma inocuo
Por las rendijas de sus ingles hambrientas
Por la bóveda porosa de su abismo perfumado.

vendredi 17 septembre 2010

Antisensibilidad.

Se sabe de propia fuente:
Los fantasmas fornican, imantan, jadean, hibridan, encuentran, destilan, violentan
Fusionan, zangolotean, muerden, gimen, orgasmean, excitan, susurran, aman, lloran, prometen, sueñan, fuman, al rato duermen.

jeudi 16 septembre 2010

Ansia de Crustâceo.






El perfume del ajo
El cloroformo del cual se desenganchan
Los zaguanes de la rue delacroix
Aletea como gallo puberto en la memoria.
Es cuando arrojo la fragancia de mis vuelos
Manchando los vitrales y los muros
La cosa gélida radica en los labios de extramuro
En les bristoles y sus olores que me hienden
En la casa de los rostros con angustia
En la obra maestra del pintor crustáceo
Que por las noches se dedica a escudriñar el barrio
en los oleajes grisáceos de los exangües huracanes
que baten mohosos los críticos papayos
En la soledad callejera, el pintor y yo
Nos jugamos la vida en un duelo
En un combate sin límite de tiempo
En la calma densa, forzada sin marítima brisa
Inmolamos cuellos falsos sin siquiera tocarnos.

mardi 14 septembre 2010

Y si no tienes indigencia, pues invéntatela.





La vida estornuda
De su largo hocico espeluznante
La vida caballo que relincha
Y empotra el viento cuajado de mayo.

La vida bronca refunfuña
Bufa y la baba que cae al huerto
Se desfigura en partículas de uranio lácteo
Que causan erupciones en las ingles
De las putas de la rue des chalets.

La vida cabalga hacia los montes futuristas
Y en los peñascos conjeturales
Abundantes de presagio
Envejece antes del magma solar
Patalea ensimismada
Y disfruta de la brisa fresca
Senil y maloliente del ático.

La vida ecuestre
Dotada de zancadas largas como las
De una diva rusa zapateando en un charco
Esa vida que es potro y no Pegaso
Al final de todo termina por unirse
A la parvada de los perros, elefantes y sapos
A la parvada de los cutres enfermos
Del hospital en ruinas.

El Rey De Los Putos.








Y los seguí: los vi caminar a paso ligero por Bucarelli hasta Reforma y luego los vi cruzar sin esperar la luz verde, ambos con el pelo largo y arremolinado porque a esa hora por Reforma corre el viento nocturno que le sobra a la noche, la avenida Reforma se transforma en un tubo transparente, en un pulmón de forma cuneiforme por donde pasan las exhalaciones imaginarias de la ciudad, y luego empezamos a caminar por la avenida Guerrero, ellos un poco más despacio que antes, yo un poco más deprimida que antes, la Guerrero, a esa hora, se parece sobre todas las cosas a un cementerio, pero no a un cementerio de 1974, ni a un cementerio de 1968, ni a un cementerio de 1975, sino a un cementerio del año 2666, un cementerio olvidado debajo de un parpado muerto o nonato, las acuosidades desapasionadas de un ojo que por querer olvidar algo ha terminado por olvidarlo todo.

Auxilio Lacouture.

Amuleto, Roberto Bolaño.

lundi 13 septembre 2010

Flamígeros.






Flamígeros.



Quién desova la sombra y la deja tendida al costado del cactus?

Peligramos como astros huérfanos
Entre pueblos fantasmales y esbeltas magias
- aquellos ranchos nopaleros nos esperan germinando los contornos-.
Gravitamos apaciguando la luz
Con lagañas de polvo y era
Nosotros los costrosos mundos
Arenales lacrimosos sin esfera
Chillando la luz, chopos de luz en nuestros ojos
estalactitas adheridas a los pómulos vacíos.

El desierto nos engaña con sus esófagos seductores
Nos carcome los hombros con sus látigos de hierro
Y avanza hacia nuestros tumbos con
sed de Éter , sed de fluidos mercuriales,
sed de nadar en la grasa de la lluvia
los pueblos del norte se reflejan en tus ojos de oráculo
cada rincón donde anida la danza triste del encantamiento
los pueblos son urracas alzadas en el tendedero
reveladas en un claroscuro
en la sombra lijada de un cactus chihuahuense.

Justo cuando la tarde derrama el rostro hacia otra fase
Despiertan ellos, los tétricos insectos
Que devoran la nobleza del páramo.
Se busca por ende un escondijo, un útero o
El fondo de un sombrero de un viejo mago
De los viejos que descansan hincados por horas
En los pueblos porosos de tu ombligo
El los pueblos de las sierras turquesas y templadas
De tus axilas
En los ranchos nopaleros que nos esperan con parsimonia
Con la misma parsimonia de pueblo norteño
Al ritmo de los viejos magos y los efímeros insectos.

dimanche 12 septembre 2010

La corola ilesa.




La corola ilesa.


Si de esta bomba verdusca, macilenta
Te expulsara en pus o sangre hacia el abismo
Y goteara tu imagen chapoteando, chapoteando
Por el linde ronroneante de mi pecho galáctico
por esta medusa enervada
Que te repulsa rumbo al surco sibilino del hueco
que te custodia entre onirismos marchitables
y no te expulsa
sino este pútrido músculo, insisto
agónico al delirio de tu rostro por dentro…

Si de esta fúnebre granada, putrefacta
Me viera excitado a arrojarte hacia el escombro
Hacia las sienes pululantes de los locos
Y goteara tu imagen, chapoteando, chapoteando
Certera en el salpique tibio del espacio en llamas;
Cuando este globo rojo te vomite toda
Y lata tu rostro muerto entre mis manos agujas
Esos gajos de tu triste máscara, porque oh mujer,
Siempre has sido tan triste acá por dentro
Siempre tu mirada de gata penetrada
Me fractura las siete de la tarde…

Pero si de esta rosa vieja, repugnante, purulenta
Segregase tu veneno con olor a manzano
Y goteara tu imagen chapoteando, chapoteando
No sin antes infectando mis arterias con tu hidráulica angustia
Con tu soliviantada bestia afelpada
Acariciando por dentro mis entrañas
Después la frágil tarde taladrada
Luego huesos, solo huesos.

Fil Souple.




http://www.yifan-cirque.com/


Mi condiciôn estâ ya acostumbrada a tambalear por el mundo, oscilo siempre, me caigo, el abismo no es blando, crêeme amigo...

samedi 11 septembre 2010

Calle Clemente Aguirre




Llegaron las viejas por la tarde a avisarme que habîan muerto los amorfos,
aquellos amigos habitantes de las cloacas que subsistîan a dieta de nostalgia
y desperdicio. Han venido a paso lento, arrasando con el eco del pasillo, a contra luz, con la sombra encendida, y todo lo demâs en simple hueco.

Una frecuencia frâgil me atraganta ahora la nuca, trepa hacîa mi oîdo, balbucea una frase esforzada que me alerta, me atormenta, susurra, susurra, se expande hacia el tîmpano y llega hacia alguna parte quieta de mi asombro. Pronto todo se colma de violencia, de cristal, y alguien con pulso sensible disminuye el voltaje del suenio.

Ha llegado la hora en que las viejas se acurruquen en sus cunas, y yo me preparo para sumergirme en las tripas hûmedas del barrio, a enlutar mis recuerdos de infancia.




Tenîa rato sin una imagen nîtida, la casa, aquêl patio trasero dônde solîamos crecer, la cocina, las tardes por el sâbado, la esquina prohibida, un fôsil cômo refrigerador, una habitaciôn oscura, oscura...

mercredi 8 septembre 2010

Entonces es mejor pactar como los gatos y los musgos.




Sucede siempre, justo a la ûltima pâgina de terminar con un libro, quê me lleno de fobia por el mundo, quê me apresa un pânico inquietante referido hacia la gravedad con que los anfibios se desplazan por los fangos, temiendo que justo en el ûltimo pârrafo, el techo se derrumbre como polvo y jamâs se conociese el final, como aquêl eyaculador que muere justo entre el orgasmo y el suenio y que estâ destinado a deambular por siempre en el limbo sempiterno del ansia, en efecto, en el flujo eterno de su lîbido.

Resulta tan romântica la idea de nunca conocer el final de la historia, por ejemplo, quê delirio ser aquêl que en el preciso instante de finar con un Libro de esos libros âcidos, digamos un libro de Fadanelli o de Sada, a un demonio se le ocurriera implosionar su aleteo sobre el mundo indefenso anteponiêndose al absurdo descenlace. De esta misma forma viene el pânico de bifurcar la lengua, cuando uno tiene aquella sensaciôn despuês de saberlo todo de la bendita decepciôn, la ponzoniosa desiluciôn. Por eso se dice, Volverse sabio para divertirse mâs, y mejor ser el iletrado del barrio, para relamerse al mundo sin cerciorarse de que un paso es una letra derramada.





Toulouse bien, lectura, mucha lectura, comienza a germinar el frijol en lodo, unos cuântos poemas dispersos referidos a aquel olor a manzano, las calles de Toulouse regalan cuadros majestuosos, exactos pero efîmeros,y cuando uno enfoca, cuando uno se dispone a petrificar esos dibujos, desaparecen. Da la sensaciôn de que es una ciudad para el invierno, de que los ârboles esperan el invierno para desistir del letargo profundo en el que yacen. Esperamos yo y mis huesos el frîo con impaciencia, la soledad da tregua, por lo pronto.

mercredi 1 septembre 2010

El Nieto Mârquez, Carrer d'Elisabets, Raval, Barcelona, Noviembre de 1979.


A eso de las ocho y cuarto llegarîa Belano, con la morraya justa para una infusiôn y la cajetilla de rubios; despuês de charlar de la humedad, del clima, del relato de la subsistencia diaria, del estômago entelaranado y la sangre ansiosa de alcohol, de los dientes âmbares y su enfermedad paulatinamente progresiva, pagarîamos la cuenta y saldrîamos a arrastrar nuestros cadâveres entre raval rumbo al puerto, parando un instante en una esquina para procrear el ciclo incesante de la nicotina, para escrutar una frase ambigua y seguir a desbordar los ojos al puerto.

Se hablarîa despuês de fantasmas, muy bien lo recuerdo, de dimensiôn mâs allâ de cuerpo y ôrgano, y con las caras brillantes de sudor, de carencia de techo e higiene, de cansancio acumulado a causa de horas de estar fente a la mâquina, pero siempre sonriente mi buen cômplice Belano, nos despedirîamos sin intimar un gesto o instante, nunca se hablarîa con êl de mujeres ni de literatura, mucho menos de golpes de estado o paîses onîricos o lo que es lo mismo latinoamericanos, ni de poetas muertos que lamentablemente aprenden a retornar y que husmean y huelen a los jôvenes hambrientos y hediondos de ausencia por el simple hecho de recordarse a sî mismos, de proyectarse en ellos.

De Belano es todo lo que tengo que decir, porque cuando estâbamos a punto de fundirnos en un abrazo, vino Ulises y se lo llevô en un barco disque a Tel Aviv.